miércoles, 9 de febrero de 2011

Cobayo con gases

El otro día Nelo tuvo gases. Aunque parece una tontería, los gases son dolorosos para los conejillos de Indias, por eso es tan importante no darles verduras flatulentas, tales como coles, coliflor, etc. Se le puede dar un poco si le gusta, pero sólo un poco.

En cuanto le di los buenos días lo noté con ganas de mimos. Se dejó coger y me tumbé con él en el sofá. Suele ponerse en mi hombro, con la cabeza hacia mi oreja y mete el hocico entre mi pelo. Le suelo tapar en cuerpo con una manta y estamos los dos arropados, por lo general, menos de un cuarto de hora; cuando se cansa, bosteza y me pide que lo baje del sofá. Si hace sol, suele querer irse en seguida.

Pues bien, ya lo tenía en brazos cuando lo oí gemir. Se quejaba. No había hecho mal las cacas durante la noche, ni mucho ni poco, ni blando ni nada, lo normal. Y le empecé a tocar la tripita. Tenía el abdomen un poco duro, tenso. Y lo sentí en la mano: burbujitas haciendo plop. Además, se oyen, si estás cerca y no hay mucho ruido se le oye echarse peditos.

-¡Pobre Nelo!

Seguí mimándolo y dándole masajitos en la tripa. Lo tapé bien, ya que el calor le viene bien a la tripita, y estuvimos hasta que él quiso. Cuando se hubo echado todos los gases que le hacían daño, bostezó y quiso irse. Claro, yo estaba nerviosa por si le pasaba otra cosa, pero él estaba perfecto, ya nada lo incomodaba.

Nelo se arrima al final del sofá y mira para abajo, pero no salta. Espera a que le ponga en cojín entre la esquina del sofá y el suelo para bajar como si fuera un tobogán por él.

Luego estuvo feliz, corriendo y comiendo. Por eso, sabed que si le oís con aires, es algo pasajero pero doloroso y necesita que estéis con él.

¡Cuidad de vuestros cobayos y hasta la próxima!