domingo, 22 de enero de 2012

Dientes

Hola a todos, espero que estéis bien. Antes de nada, muchas gracias por leer el blog, ya sois muchos los que habéis pasado por aquí y Nelo y yo estamos muy contentos. Me gustaría actualizar más, pero trabajo a las mañanas y estudio a las tardes, así que es un poco complicado en este momento.

El día de Reyes, 6 de Enero, hicimos una visita al Aquarium de San Sebastián-Donostia. Yo siempre había ido desde pequeña varias veces al año. Por motivos que desconozco, el precio de las entradas empezó a incrementarse de manera exagerada y, eso unido a que yo iba creciendo, provocó que mi familia y yo dejaramos de ir varias veces al año. De hecho, mis padres hacía años que no iban.

Han hecho varias renovaciones interminables para conseguir un resultado poco afortunado. La entrada se sitúa en el sótano sin ningún sentido, cuando antes se entraba por la puerta principal del edificio original. Hay que subir en ascensor obligatoriamente para ver el interior, en general, es muy rígido el recorrido, tanto que los aseos están en medio y como tengas ganas de ir al final de la exposición, te tienes que volver a hacer todo el recorrido hasta ellos. Es oscuro como para caerse (eso no cumple normativa de seguridad, y menos para ser un museo nuevo), sin sentido, los animales están mal indicados...

Nelo no pudo venir, obvio, y para que no se sintiera apartado, luego le enseñé las fotos de los peces. En especial, le gustó ésta de dos tiburones, tomada en el túnel subacuático.

 

-¡Hala! ¡cuántos dientes tienen!

-Sí, Nelo, son muchos dientes, da miedo ¿a que sí?

-¿Yo también doy miedo así?

 

-Eh... esto... bueno... sí, Nelo, pareces muy fiero así.

-¿Como los tiburones?

-Mmmm... ¡parecido!

Nelo es un encanto. Cada día lo quiero más. Es un juguetón y un mimoso, guapo y simpático. Seguro que todos los dueños de cobayo piensan lo mismo del suyo.

¡Cuidad de vuestros cobayos!