viernes, 24 de junio de 2011

Comida VITAKRAFT Life Power


Muy buenos días y felicidades a todos aquellos que os llamáis Juana, Juan, Jon, Jone, etc.

Llevaba ya un tiempo pensando en comprarle a Nelo alguna comida nueva. Yo le tenía echado el ojo a una comida Vitakraft que tienen en Carrefour al lado de la que le suelo coger yo. La diferencia era 3,5€ y quise saber si le gustaría más a mi cobaya.

Ésta es la bolsa de la comida nueva Vitakraft Life Power:

Viene en una bolsa igual que la de la Vitakraft Premium, pero no tiene el cierre que mantiene la comida fresca ¡se podían haber estirado un poco por ese precio! Son 600 gramos de comida completa a 6 euros -> 10 euros/kg. Esto ya es casi precio de caviar cobayuno.

Llegué a casa loca de ganas de darle a Nelo la nueva comida. Abría la bolsa y... mmm... ¡qué buen olor! huele parecido a la Vitakraft Premium, pero mejor.


Según la bolsa, "Vitakraft Life Power para dar vitalidad y mantenerse en forma. La sabrosa y sana mezcla integral con bajo contenido en grasa. Con manzanas para la porción extra de la esencial vitamina C, remolacha (energía y oligoelementos), apreciada alfalfa para la digestión y el frotamiento de los dientes".

Bueno, Nelo no está gordo para nada, al revés, yo diría incluso que está tirando a flaco, pero el bajo contenido en grasa en la comida es bueno para cobayos que ya no son unos cachorros. Probablemente el olor tan rico que desprende sea por la alfalfa que, doy fe, a Nelo le parece de muy buena calidad. Aunque no aparece en las fotos, vienen unos trocitos de manzana deshidratada que han sido todo un éxito, los buscó y se los comió lo primero. También trae maices aplastados y muchas semillitas.


En cambio, la remolacha (que viene en forma de croquetitas planas) de momento no ha triunfado. Yo le doy la croquetita pero dice que no, que para mí. En parte puede ser que ninguna de las anteriores comidas a las que está acostumbrado tenían remolacha y a todos nos cuesta probar cosas nuevas... ¿verdad Nelo?

Se sacude como un perrito, ¡jeje!

Lo único malo de esta comida es que trae unas bolas ENORMES de heno prensado, es como 12 pellets juntos o algo así. Y en la pequeña boquita de mi fiera no entra tal croqueta, así que me veo obligada a partírselas con un martillito para que se las pueda comer. ¿Romperlas con las manos? Misión imposible.

Recomiendo fervientemente esta comida porque ha conseguido igualar a la favorita de Nelo, la Versele-Laga Nature. Aunque es más cara se puede comprar en el Carrefour y puede que la tengáis más disponible. Nelo está muy contento con ella, sobre todo cuando le dejo la bolsa abierta en el suelo (con vigilancia, por supuesto) en plan: sírvase usted.

martes, 7 de junio de 2011

La primera arquitectura

Estaba jugando la otra noche con Nelo. Hacía tiempo que no quería jugar al Túnel y empezaba a pensar que ya se había aburrido de hacer siempre lo mismo.

Pero esa noche le apetecía, y a mí también. Le esperé en el suelo de rodillas apoyada con los codos, a cuatro patas. Con las manos le hice gestos para que se acercara y vino con ese caminar sinuoso y ligero.



Y empecé a recordar una cosa que había leído en un blog, sobre arquitectura. La primera arquitectura somos las mujeres. Cuando estamos en el vientre de nuestra madre, ésa es nuestra casa, más aún, nuestro hogar. Las mujeres podemos ser ese hogar, podemos ser arquitectura. Si un hogar es donde no sólo comemos, dormimos y cumplimos nuestras funciones vitales, sino donde nos sentimos protegidos, a gusto y felices, cumple todas las condiciones para serlo.

A mí me parece una idea preciosa. Pensar que algún día no sólo puedo hacer casas, sino que puedo ser una.

Nelo se mete en la cueva que crea mi cuerpo, entra por un extremo y sale por el otro. Se vuelve. (Últimamente le da por hacer pis y mojarme un pie). Y se arrima a mis rodillas.

Él ya sabe lo que quiere: jugar y mimos. Pega su cuerpo contra mi pierna y me golpea con la cabeza hasta que le acaricio el moflete.

-Rrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr

Nelo ronronea. Está muy feliz, levanta la cabeza para que también le acaricie el cuello y el cuerpo, se estira para que le vaya acariciando desde el hocico hasta el lomo. Pero si llego a su tripita....

- ¡¡Ay, Kusku!! que tengo cosquillas, ¡jajaja! ¡¡para, para!!

Y salta mientras emite un chillido, feliz. Suele alejarse corriendo para volver después. Lo ignoro, pero me llama a cabezazos.

Después de estar un rato jugando y de hacerle mimos, Nelo se tumba. Quiere descansar.



Lo veo feliz y me siento feliz yo también. Tan a gusto, tan tranquilo, sin ningún miedo ni preocupación... y en ocasiones por primera vez en el día, yo también me siento así. Se tumba y se duerme, ajeno al hormigueo que siento por llevar tanto tiempo en la misma postura. Cada vez me siento más cansada, pero lo veo y es como mirar un ángel. Él es lo más bonito de la vida en forma de cobayo.



Al final mis extremidades no pueden más y me veo en la desagradable situación de perturbarlo. Lo despierto, pero no se quiere ir. Me levanto en el sitio y se rompe la arquitectura que lo protegía. Ya no soy su casa, pero solo por ese día. Cada noche me convierto en un hogar, en caviarquitectura y soy el refugio de Nelo.

Y me siento feliz con la felicidad que le causa mi arquitectura.