Hola a todos, espero que estéis bien. Antes de nada, muchas gracias por leer el blog, ya sois muchos los que habéis pasado por aquà y Nelo y yo estamos muy contentos. Me gustarÃa actualizar más, pero trabajo a las mañanas y estudio a las tardes, asà que es un poco complicado en este momento.
El dÃa de Reyes, 6 de Enero, hicimos una visita al Aquarium de San Sebastián-Donostia. Yo siempre habÃa ido desde pequeña varias veces al año. Por motivos que desconozco, el precio de las entradas empezó a incrementarse de manera exagerada y, eso unido a que yo iba creciendo, provocó que mi familia y yo dejaramos de ir varias veces al año. De hecho, mis padres hacÃa años que no iban.
Han hecho varias renovaciones interminables para conseguir un resultado poco afortunado. La entrada se sitúa en el sótano sin ningún sentido, cuando antes se entraba por la puerta principal del edificio original. Hay que subir en ascensor obligatoriamente para ver el interior, en general, es muy rÃgido el recorrido, tanto que los aseos están en medio y como tengas ganas de ir al final de la exposición, te tienes que volver a hacer todo el recorrido hasta ellos. Es oscuro como para caerse (eso no cumple normativa de seguridad, y menos para ser un museo nuevo), sin sentido, los animales están mal indicados...
Nelo no pudo venir, obvio, y para que no se sintiera apartado, luego le enseñé las fotos de los peces. En especial, le gustó ésta de dos tiburones, tomada en el túnel subacuático.
-¡Hala! ¡cuántos dientes tienen!
-SÃ, Nelo, son muchos dientes, da miedo ¿a que sÃ?
-¿Yo también doy miedo asÃ?
-Eh... esto... bueno... sÃ, Nelo, pareces muy fiero asÃ.
-¿Como los tiburones?
-Mmmm... ¡parecido!
Nelo es un encanto. Cada dÃa lo quiero más. Es un juguetón y un mimoso, guapo y simpático. Seguro que todos los dueños de cobayo piensan lo mismo del suyo.
¡Cuidad de vuestros cobayos!
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